Ésta semana se han cumplido 70 años de la liberación del campo de concentración Mauthausen, el cual fue denominado como el campo "de los españoles". Este campo, junto al de Gusen, fueron los únicos campos de "Grado III", lo que significaba que eran los campos más duros para los "Enemigos Políticos Incorregibles del Reich". Mauthausen fue utilizado principalmente para tareas de exterminio de la intelligentsia, gente ilustrada y miembros de las clases sociales altas de países subyugados por Alemania durante la Segunda Guerra Mundial.
Alrededor de 10.000 republicanos españoles huyendo del franquismo, fueron apresados en las zonas conquistadas por las tropas alemanas de Francia y enviados a éste.
El campo de concentración fue construido mayormente por los propios presos españoles, de ahí a que un superviviente francés haya llegado a afirmar que «cada piedra de Mauthausen representa la vida de un español».
Los métodos de exterminio en éste campo eran: cámaras de gas, flagelación, duchas heladas, ahorcamiento, hambre...
Mauthausen tiene lugares macabros como por ejemplo El muro de los paracaidistas, llamado así por los irónicos soldados de las SS. Los “paracaidistas” eran las personas que ellos empujaban al vacío, en una de las múltiples formas de asesinar que tenían. El otro es la Escalera de la muerte: 186 peldaños que llevaban de la cantera de piedra Graben Wiener al campo. Por sus escalones desiguales, los presos tenían que cargar y transportar pesados bloques de granito de 50 Kg y que en ocasiones medían medio metro de altura. La imposibilidad de la tarea, hacía que muchos cayesen muertos durante el trayecto. Otros morían aplastados por las piedras que caían.
Cuando el Ejército norteamericano entró en Mauthausen, el 5 de mayo de 1945, banderas republicanas habían sustituido a las banderas nazis y la puerta del campo estaba cubierta por una gran pancarta en la que se podía leer: «Los españoles antifascistas saludan a las fuerzas libertadoras». La liberación del campo, sin embargo, no significó para los republicanos el final de la guerra comenzada en 1936. Muchos no pudieron volver a la España del franquismo, aliada ideológica de los nazis que habían combatido en Mauthausen, y habrían de encontrar asilo en otros países, sobre todo en Francia.