Fue un Estado europeo creado en 1867 tras el llamado Compromiso
austrohúngaro, por
el cual se reconocía al Reino de Hungría como una entidad autónoma dentro del Imperio austríaco. Desde entonces el Imperio fue
denominado austrohúngaro en razón de la igualdad entre ambos estados.
El soberano gobernaba como emperador de Austria sobre el
oeste y el norte, la llamada Cisleitania y como rey de Hungría sobre la Transleitania.
No existía una ciudadanía común ni un único pasaporte para los habitantes del
Imperio que podían ser austríacos o húngaros, pero no ambos.
En 1914, en vísperas de la Primera Guerra Mundial que lo llevaría a su disolución,
tenía una extensión de 675 936 km², contaba con 52 799 000
habitantes y era considerado como una de las grandes
potencias europeas y mundiales destacando especialmente por su
prestigio cultural, artístico e intelectual.