En 1812 comenzó una campaña militar de Napoleón que tenía el objetivo de invadir Rusia, el mismo general movilizó 600.000 unidades del ejército nacional francés, Le grande armée, con el objetivo de destruir al ejército ruso y lograr así una paz temporal. Sin embargo, este sería el error fatal del Emperador, ya que tras esta movilización, los soldados franceses, pese a las conquistas iniciales, tendrían que atravesar un duro invierno que haría que muchos de ellos muriesen de hambre y de frío. Dando paso al período final de las guerras napoleónicas.
Durante este conflicto son destacables los escritos de un oficial polaco, Roman Soltyk. Este soldado nació en Varsovia en 1790, siendo educado por su padre, quien le inculco cierto odio a los rusos. Fue nombrado subteniente de artillería por el príncipe Poniatowski, ascendido posteriormente a capitán y en la campaña de 1809 a oficial de artillería a caballo. El oficial polaco fue un ejemplo para los patriotas polacos que tenían deseos en el restablecimiento de la independencia de Polonia, además de colaborar para la causa de Napoleón.
Soltyk habla en sus documentos de los inicios en las campañas de la invasión en el Imperio Ruso, explicando las victorias tácticas en Mohilev, Ostrowno, Witebsk, Smolensko y Valoutina. y narra la constante persecución de los franceses hacia los rusos, mientras éstos se retiraban. Sin embargo, el propio Roman Soltyk también criticó la duración y los períodos en los que transcurrió esta campaña citando en una de sus cartas:
“Habíamos entrado en campaña a principio del mes de junio; si hubiéramos empezado dos meses antes, la retirada se hubiera podido efectuar hasta las fronteras de Lituania durante un buen tiempo. E incluso tras alcanzar Moscú el 14 de septiembre, si hubiéramos partido el uno de octubre tras tres semanas de reposos, podríamos haber llegado a Dniéper cuando el otoño aún era suave. Pero el emperador se dejó engañar por los rusos con la esperanza de obtener una paz que deseaba ardientemente”
Meses después llegaría el invierno, que supondría el mayor problema de toda la campaña y que obligaría a Napoleón a abandonar la invasión por la falta de recursos. En ese período las praderas rusas carecían de pastos para alimentar a los caballos, los cuales al no poder comer morían y se convertían una parte de la alimentación. Los soldados franceses también eran una víctima fácil de Hipotermia. Roman Soltyk hace referencia a esta retirada francesa en sus notas. Mencionando incluso muestras de antropofagia:
“Apenas tomé la primera cucharada un sabor horrible se apoderó de mí y les pregunté si era carne de caballo lo que había empleado en hacerla. Me respondieron con frialdad que se trataba de carne humana, y que el hígado que aún se encontraba en la marmita, era muy bueno”
Mientras Le grande armée se retiraba atravesando el río Berézina , los rusos, viendo una clara oportunidad de victoria, atacaron. Esta batalla resultó en una aplastante derrota para los franceses. Y acabada la invasión el 14 de diciembre de 1812, como consecuencia del fracaso de la campaña, solamente consiguió retornar el 20% del ejército, incluído el propio oficial Soltyk.