(He encontrado un artículo que habla de Max Schmeling y su reacción a la propuesta de los alemanes)
Llegan los nazis
En 1933 ocurre en Alemania un cambio político que agitará al mundo para siempre. El Partido Nazi llega al poder. Su discurso antisemita llega a Estados Unidos y Max Schmeling queda estigmatizado por su nacionalidad. En esas nuestro héroe regresa a su país y ahí es reconocido como una estrella. Y como ya sabemos cómo se las gastaban los nazis con los buenos deportistas, ocurrió lo inevitable. Hitler, Goebbels y la maquinaria propagandística nazi quisieron apropiarse de la figura de Schmeling (ahí tenía el Führer otro ejemplo de super-hombre ario) y empezaron a aparecer fotografías de Max con el dictador. Esto alimentó la imagen negativa que tenían de él en América, a pesar de que en realidad, era todo muy distinto.
Schmeling, que estaba orgulloso de ser alemán, no quería saber nada de los nazis. Rechazó afiliarse al NSDAP y rechazó desprenderse de su manager judío en Estados Unidos, Joe Jacobs, a pesar de las presiones del ministro de Propaganda, el infamous Joseph Goebbels. Todas estas cosas hicieron que se ganara la desconfianza de los jerarcas nazis. Y de nuevo conviene recordar cómo se las gastaban…
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