LA VIDA POCO COMUNISTA DE KARL MARX
Desde su muerte se ha hablado y escrito mucho sobre sus ideas, pero no tanto sobre si estas han sido coherentes con la propia vida de su autor. Resulta chocante pensar que el hombre que se alzó contra los obreros esclavizados e introdujo conceptos como la lucha de clases, por ejemplo, fuese un estudiante aficionado a los burdeles, las borracheras y los suspensos. Esa otra parte de su vida la recogen Malcolm Otero y Santi Giménez en <<El club de los execrables>>.
Durante su estancia en la Universidad de Bonn se unió al Club de la Taberna de Tréveris, una asociación de bebedores de la que llegó a ser presidente. Pero en el primer semestre de 1836, las autoridades universitarias lo expulsaron por <<desorden nocturno en la vía pública y embriaguez>>.
Aunque finalmente se doctoró en la Universidad de Jena, nunca llegó a sentar la cabeza del todo. Durante su estancia en la Universidad de Berlín, fue encarcelado por alboroto y embriaguez y, además, fue acusado de llevar armas no permitidas. Llegó incluso a batirse en duelo y en el diploma que se le extendió, la institución constaba que había sido denunciado en varias ocasiones por no sladar debidamente sus deudas económicas.
El pensador alemán se casó con Jenny Von Westphalen, una baronesa de la clase dirigente prusiana y Marx lo primero que hizo fue pedirle que pagara las deudas que había contraído de sus juergas.
Otro dato curioso es que, a pesar de las penurias económicas que arrastró, el autor del <<Manifiesto Comunista>> tuvo una criada trabajando en su casa. Su nombre era Helene Demuth y servía a familias ricas desde los diez años. Por su trabajo, Karl Marx no la pagaba ni un solo céntimo, y además, el filósofo mantuvo con ella una relación extramatrimonial. En 1850 dejó embarazada a su mujer y también a su criada.
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