domingo, 30 de abril de 2017

La familia Ovitz. Los enanos de Auschwitz

La familia Ovitz. Los enanos de Auschwitz


Cuando a partir de 1942 los nazis deciden llevar a su último término la así llamada Solución Final al Problema Judio, que no era otra cosa que el eufemismo que identificaba al exterminio masivo e industrial de los judíos, noche y dia trenes llegaban a los campos de la muerte desde todos los rincones de Europa.


Alli, en la rampa de Auschwitz, los médicos hacían la selección. Mujeres, hombres de edad avanzada, niños, o personas con aspecto no saludable eran llevadas a la cámara de gas. Hombres y mujeres jóvenes eran destinados al trabajo esclavo. Los soldados que estaban en la rampa tenían la instrucción de localizar a personas que tuvieran algún defecto o anormalidad concreta para ser utilizados en experimentos médicos. Así, recorrían los andenes gritando: ¡¡Gemelos, enanos!!. El viernes 19 de mayo de 1944 fue un día de suerte para Mengele. En el tren llegó la familia Ovitz, formada por 7 enanos que se dedicaban al mundo del espectáculo.

Ser diferentes les salvó. No podían realizar ningún trabajo, pero eran útiles para los experimentos de Mengele. 

La Familia Ovitz procedia de un pueblo hungaro llamado Rozavlea (actualmente pertenece a Rumania). Eran judíos religiosos y formaban una troupe que se ganaba la vida actuando en teatros. Alcanzaron una gran fama por sus actuaciones.

Pero sufrieron lo mismo que el resto de judíos: imposibilidad de trabajar, exclusión social, ser obligados a llevar una estrella, ser confinados en un gueto (Maramures 1944) y por último el traslado a un campo de exterminio.
Tras su llegada a Auschwitz comenzaron a ser objeto de diferentes experimentos: inyecciones de sustancias en los ojos que les dejaban temporalmente ciegos, extracciones de sangre que les debilitaban, administración intravenosa de sustancias desconocidas, mediciones, radiografías, arrancamiento de pestañas, cejas....

legaron incluso a ser expuestos desnudos y se les filmó delante de todos lo oficiales nazis con motivo de una celebración.

Mengele para ellos era una figura contradictoria. Conocían y eran víctimas de su perversidad, pero a la vez le estaban en cierto modo agradecidos porque les mantenía con vida. La familia Ovitz pensaba que viviría ya que Mengele les decía que tenía trabajo con ellos para veinte años. Había incluso quién decía que cuando Mengele estaba con "sus enanos" tenía mejor humor.

Otros no tuvieron la misma suerte. Otro enano, Alexander Katan, holandés, erudito, políglota, economista, empresario, preso número 13992 del campo de Mauthausen (Austria), fue objeto de experimentos médicos y cuando ya no fue útil, fue asesinado con una inyección letal el 27 d enero de 1943, por el Dr. Karl Gross. Su esqueleto fue preservado y enviado a la Facultad de Medicina de Graz. Su imagen y sus radiografías estuvieron expuestas en el Museo del campo de Mauthausen. Una acción internacional llevada a cabo por su hijo y por el Gobierno Holandés consiguieron la retirada de dichas imágenes. No obstante la universidad de Graz no ha sido capaz de dar información acerca del paradero del esqueleto de Alexander Katan. No obstante la lucha de su hijo continúa.
En un mundo que buscaba la uniformidad, la perfección y que trataba de extirpar los defectos de cualquier tipo, la diferencia de los Ovitz les salvó la vida. Es la venganza de


los débiles (?) contra los fuertes, éstos desaparecieron y quedaron los "otros" los que teoricamente iban a desaparecer.


 

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