domingo, 29 de octubre de 2017

La libertad guiando al pueblo (1830)


Este lienzo constituye un manifiesto de la pintura romántica. Nos encontramos ante el primer cuadro político de la pintura moderna, pues en mi opinión, la historia contemporánea es la lucha política por la libertad, puesto que el romanticismo deja de mirar a la antigüedad y comienza a querer participar en la vida contemporánea. Libertad que, según este mismo autor, estaba ligada indisolublemente en aquella época al concepto de Patria. La figura central de la mujer, que es alegoría de la libertad, lo sea también de la nación.

Este cuadro tiene una clara función propagandística y agitadora:  el lienzo ha pasado a ser un icono representativo de las revoluciones porque resume claramente el protagonismo popular, en la lucha callejera, en la lucha de las barricadas donde se fraguan los triunfos en los días gloriosos de la revolución, en el caso de la de 1830, los “gloriosos días de julio”. Como protesta contra una serie de ordenanzas que restringían libertades ciudadanas, se inicia en París el día 27 de julio de 1830 lo que se denominó "las tres jornadas gloriosas". En la noche del 27 al 28 jóvenes republicanos se ponen al frente de la insurrección; el día 29 los insurgentes son dueños de la ciudad. Los acontecimientos de París se convierten en el detonante para un movimiento continental; en todas las naciones se lucha contra los reyes absolutos.


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