La Piedra Rosetta
Origen: Fuerte de San Julián, el-Rashid
(Rosetta), Egipto.
Período ptolemaico, 196 a.C.
Período ptolemaico, 196 a.C.
Pieza clave para descifrar
jeroglíficos
El texto contenido en la Piedra Rosetta
corresponde a un decreto dictado por un consejo de sacerdotes e integra una
serie de decretos que ratifican el culto real de Ptolomeo V, de 13 años de edad,
en el primer aniversario de su coronación.
En años anteriores, la dinastía ptolemaica
había perdido el control de ciertas zonas del país. Después de un largo tiempo,
su ejército logró derrocar a la oposición en el Delta, pero la región sur del
Alto Egipto, Tebas en especial, no había sido aun recuperada por el
gobierno.
Antes de la era ptolemaica (hasta cerca del año
332 a.C.), el rey solía emitir decretos en jeroglíficos como el de esta pieza.
Este dato da cuenta de cómo cambiaron las cosas desde los tiempos faraónicos, ya
que los sacerdotes, las únicas personas que conocían la escritura jeroglífica,
pasaron a emitir dichos decretos. La cantidad de actos reales condescendientes
con los templos nos ilustra la forma en la cual se garantizaba el apoyo de los
sacerdotes.
El decreto está escrito en la piedra por
partida triple, en jeroglífico (acorde a un decreto sacerdotal), en demótico (la
escritura nativa de uso diario) y en griego (el idioma del gobierno). Su
importancia para la etimología es enorme. Al poco tiempo del final del s. IV
a.C., cuando se dejaron de utilizar jeroglíficos, el conocimiento sobre cómo
leerlos y escribirlos se perdió. A comienzos del s. XIX, unos 1400 años después,
los científicos lograron descifrarlos utilizando las inscripciones en griego
contenidas en la piedra. Thomas Young, un físico inglés, fue el primero en
demostrar que los jeroglíficos de la Piedra Rosetta correspondían a los sonidos
de un nombre real, el de Ptolomeo. Más tarde, el científico francés Jean-
François Champollion comprobó que los jeroglíficos reproducían el sonido del
idioma egipcio y sentó las bases de nuestro conocimiento sobre el idioma y la
cultura del antiguo Egipto.
La Piedra Rosetta está en exhibición en el British Museum desde 1802 y está quebrada en un solo lugar. Hacia el fin de la Primera Guerra Mundial, en 1917, previendo un fuerte bombardeo a Londres, el museo la trasladó a un lugar seguro junto con otros objetos portátiles 'importantes'. La Piedra Rosetta pasó los siguientes dos años en una estación del Ferrocarril Postal a 50 pies (15,24 metros) bajo tierra en Holborn.