1.
El partido de la muerte
Cuando Kiev fue tomada una de las cosas que se prohibieron fue el
fútbol. Los entonces jugadores del Dynamo de Kiev fueron despojados de
toda su vida y convertidos en mendigos. Pero un panadero cambió sus
destinos, contrató a algunos de aquellos famosos jugadores en su tienda y
lograron formar un equipo de fútbol, el F.C. Star. Llegaron a jugar
partidos contra los alemanes en los que los derrotaron. La leyenda de
aquel modesto equipo crecía y los nazis pretendían eliminarlos, pero
como no querían convertirlos en leyenda, reunieron a los mejores
jugadores de toda Alemania para derrotarlos. Aun así y a pesar de las
trampas, el F.C. Star ganó el partido ampliamente. Una semana después la
mayoría de sus miembros fueron torturados y asesinados, de ahí que el
partido fuera conocido como 'el partido de la muerte'.
2.
El cine que solo Hitler podía ver
Todas las noches Hitler veía una película en su cine privado.
Normalmente eran extranjeras y prohibidas al pueblo alemán. Disfrutaba
mucho con cómicos judíos y también algunos cantantes. Luego de ver estas
películas aseguraba que era una lástimas que esos actores no fueran de
raza aria.
3.
El refresco Fanta nació en el nazismo
Durante la II Guerra Mundial Alemania sufrió el bloqueo aliado, por lo
que Coca-Cola no pudo enviar su famoso jarabe para hacer su refresco. Un
de los directivos de la empresa tuvo la idea de preparar otro refresco
que triunfara en el mercado mientras no tenían las materias primas
necesarias para el que fabricaban. Se basaron en zumos de fruta con
sabor a naranja. Hubo un concurso entre los miembros de la fábrica para
ponerle el nombre. Uno de ellos propuso Fantasía (fantasie en alemán).
Otro decidió acortar el nombre dejándolo en Fanta.
4.
Uniformes de Hugo Boss
El fundador de la reconocida marca 'Hugo Boss' era una nazi convencido.
En 1923 abrió un pequeño taller en Metzingen, un pueblo al sur de
Stuttgart. Se dio cuenta de que el negocio estaba en vestir a las tropa
hitlerianas. Tenía esclavos judíos como mano de obra.
5.
Buscando el Santo Grial en España
La obsesión de Hitler era poseer las armas que harían a su imperio
invencible. Entre ellas estaba el famoso Santo Grial, el cáliz del que
Jesús bebió en la ultima cena. Las pesquisas nazis llevaron a Himmler
hasta Monsterrat, en donde se decía que estaba el Santo Grial. Himmler
quiso visitar los pasadizos de las montañas y exigió ver todos los
documentos relacionados con el cáliz, pero el padre Ripol, que hacía de
anfitrión rechazó la solicitud. Ante esta negativa Himmler gritó: 'pero
si toda Alemania sabe que el Santo Grial está en Montserrat'. Aun así se
quedó sin verlos.
6.
Lanza del Destino
Otra de las reliquias que los nazis querían era la lanza con la que el
el centurión romano Cayo Casio Longinos hirió en el costado a Cristo.
Había cuatro pero creían que la auténtica era la del Museo Hofburg de
Viena. La consiguieron pero horas antes del suicidio de Hitler, los
americanos se hicieron con la Lanza.
7.
Alemania, vegetariana
Al menos eso era lo que pretendía Hitler. Vegetariano convencido, aseguraba que los vegetales aportaban pureza a la raza aria.
8.
El por qué del Tercer Reich
Reich en alemán quiere decir imperio. El Primer Reich fue en el imperio
romano germánico en el año 962 y duraría 10 sigloes (hasta 1802). El
Segundo Reich comenzó en 1871 con la unificación de los estados
alemanes. Duró hasta 1918. El proyecto de la Alemania nazi pretendía
darle el esplendor que se merecía al país. El Tercer Reich fue la época
entre 1933-1945.
9.
Música de colegios americanos
Para enardecer a las masas, Hitler se basaba en músicas que se
utilizaban en los colegios americanos para dar discursos. Su famoso
grito de reunión Sieg Heil! era una copia de los gritos de los
entrenadores de fútbol americano.
10.
Bayer: aspirina y Zyclon B
En 1925, Bayer pasa a formar parte del conglomerado químico alemán IG
Farben. Estos utilizan mano de obra de los campos de concentración de
Auschwitz y Mauthausen. IG Farben poseía más del 42% de la empresa que
fabricaba el Zyklon B utilizado para las cámaras de gas. Tras el final
de la II Guerra Mundial Bayer volvió a actuar por separado y su
directivo Fritz ter Meer fue condenado por el tribunal de Nuremberg a 7
años. Al terminar su condena fue nombrado Jefe del Consejo Supervisor de
Bayer.
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