La primera guerra con connotaciones planetarias, si podemos hablar así, fue la Guerra de los Siete Años. Esto es, fue la primera contienda que afectó a varios continentes y, por la lógica del momento de colonias, a varios países de distintas latitudes. Asimismo, fue la primera vez en la que en Europa se enfrentaban Estados aliados en uno y otro bando.
Como sabes, entre 1756 y 1763 tomaron parte, por un lado, el Reino de Prusia, el Reino de Hanover, el Reino de Gran Bretaña y, algo después, el de Portugal. Por otro, los reinos de Sajonia y Francia, el Imperio de Austria y, luego, España.
Esta guerra adoptó diferentes nombres. Además de la Guerra de los Siete Años, también fue la de Sucesión Austriaca, la Guerra Franco-India en lo que luego será Estados Unidos, para la Canadá francoparlante será la Guerra de Conquista. En India se llamará Tercera Guerra Carnática; en Noruega se la conoce como Guerra de la Pomerania y en Prusia, Guerra Silesiana. Varias denominaciones para una contienda como nunca antes se había vivido.
La cinematografía se ha ocupado de esta guerra con varios largometrajes, la más fidedigna de las cuales es Barry Lyndon, firmada por el director Stanley Kubrik en 1975; en ella puedes apreciar el concepto que se tenía de guerra, de batalla y de patria. Recibió media docena de premios Óscar. También hablan de los Siete Días en las muchas entregas de El Último Mohicano, siendo la más famosa la de 1992, después de versiones de 1912 (muda), 1920, 1932 y 1936, ambientada en el conflicto en América del Norte. Por último, puedes ver El Pacto de los Lobos, menos rigurosa pero muy entretenida, también ambientada en lo que pronto sería USA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.