miércoles, 15 de mayo de 2013

Algunos de los secretos de la KGB


La KGB inventó un pasado antisemita y nazi para desacreditar al Papa Pío XII, la agencia de inteligencia rusa orquestó una campaña para hacer creer que Pio XII era un simpatizante del régimen nacionalsocialista. Tras años de persecución a la Iglesia en Europa del Este, ahora Moscú quería desacreditar al Vaticano en su propio terreno, convirtiéndolo en un defensor del nazismo. Pío XII, se convirtió en el objetivo más importante. Su Pontificado había coincidido con la Guerra, y aún más, antes había sido nuncio en Munich y Berlín hasta 1929. Además, tras su fallecimiento en 1958 hacía buena la máxima de la KGB: «Los muertos no pueden defenderse».
Apoyándose en testimonios como el del coronel Ivan Dziuba, héroe de la Segunda Guerra Mundial, Murasov asegura que Gagarin, el primer hombre que estuvo en el espacio, fue víctima de un complot del KGB. “Yo entrevisté al hombre que puso la bomba en el avión de Gagarin. Para ocultar el homicidio fueron asesinadas más de diez personas”, dice con la naturalidad de quien asegura haber hablado con su novia. Pero, ¿por qué habían de matarlo? “Gagarin fue un oficial profesional y libre, y cuando empezó a influir en la política de ascensos, los viejos comprendieron que su fulgurante carrera era una amenaza para ellos. Querían poner a Gagarin al frente del centro de preparación de vuelos, pero un grupo quería que fuera el veterano Birigavoi. Finalmente, consiguieron lo que querían.
Otro de los grandes misterios que envuelven al KGB fue el intento de asesinato de Juan Pablo II. Una serie de documentos inéditos apenas publicados por el autor John Kohler demuestran que los ex servicios de inteligencia rusos (KGB) ordenaron a sus agentes en 1979 actuar “con todos los medios” contra Juan Pablo II.

Dos años después de esa orden, en mayo de 1981, Karol Wojtyla sufrió el atentado en la Plaza de San Pedro a manos del gatillero turco Mehmet Ali Agca; los autores intelectuales del ataque nunca fueron apresados. La instrucción fue dada en noviembre de 1979 a los operadores de la KGB por una serie de miembros de la Secretaría del Comité Central del Partido Comunista de la ex Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
La lista de los líderes comunistas que firmaron la sentencia contra Juan Pablo II se compone de nueve nombres: Mikhail Suslov, jefe de propaganda de ideólogo del Partido Comunista; y Kostantin Chernenko, secretario del Comité Central.
Estas y muchísimas más historias revelan los secretos que todavía se ocultan del KGB y que seguramente podremos ir conociendo con el paso de los años, al igual que otras se perderán en el mas absoluto secretismo.

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