El conflicto de Irlanda del Norte (también conocido en inglés como "The Troubles" o "Los Problemas") fue un conflicto armado inter-étnico en Irlanda del Norte, que provocó gran pérdida de vidas humanas durante la segunda mitad del siglo XX. Enfrentó, por un lado, a los unionistas de Irlanda del Norte (de religión protestante, mayoritaria en la región), partidarios de mantener los lazos con el Reino Unido, y por otro lado a los republicanos irlandeses, en su mayoría católicos y minoritarios, partidarios de la independencia o bien la integración de la provincia en la República de Irlanda, país de religión católica. Ambos bandos recurrieron a las armas, y la provincia se hundió en una espiral de violencia que duró desde el 8 de octubre de 1968 hasta la firma del Acuerdo de Viernes Santo, el 10 de abril de 1998, que sentó las bases de un nuevo gobierno, en el cual católicos y protestantes compartían el poder. No obstante, la violencia continuó después de esta fecha y todavía continúa de forma ocasional y a pequeña escala.
Hasta la actualidad, "The Troubles" han sido varias veces descritos como terrorismo, conflicto étnico, una guerra de guerrillas, un conflicto de baja intensidad, e incluso una guerra civil. Pues, la violencia del conflicto sobrepasó en muchas ocasiones las fronteras de Irlanda del Norte, extendiéndose hacia la República de Irlanda y el Reino Unido. Si bien nunca fue una guerra declarada, la gran cantidad de bajas sufridas por las fuerzas militares británicas (725 muertos y miles de heridos), los recursos empleados por el gobierno británico durante más de veinticinco años, la destrucción causada en muchas ciudades y pueblos de Irlanda del Norte y el Reino Unido y el complejo arsenal usado por los grupos paramilitares apuntan hacia una guerra de facto (locución latina que significa de hecho).