El trotskismo es comúnmente conocido como una tendencia dentro del marxismo desarrollada por León Trotski. Sin embargo, él no se basó en Marx tal y como erróneamente se cree.
En su libro “Mi vida”, Trotski(véase a la izquierda) afirma que su teoría se basaba en el socialdemócrata alemán Parvus, cuyas ideas desarrolló. (Parvus se convirtió en un difamador de la Unión Soviética y en un reconocido admirador del imperialismo alemán, véase a la derecha).
El trotskismo afirmaba que la única clase social capaz de llevar adelante el derrocamiento del Zar era la obrera. Esta debía estar organizada en un partido revolucionario el cual dirigiría a los campesinos. Una vez llegado al poder, la clase obrera no se limitaría a la construcción de la democracia parlamentaria burguesa y a la entrega de las tierras al campesinado, sino que aprovecharía para transformar el país en socialista. Aboliría la propiedad privada de los medios de producción y construiría un Estado socialista de los trabajadores, los cuales serían quienes establecerían la democracia proletaria. Los organismos de esta democracia estarían regidos por los soviets (agrupaciones de obreros y soldados). Este pensamiento tan radical contribuyó a que el trotskismo fuese una corriente marginal durante el siglo XX. El odio hacia ella conllevó al asesinato de muchos trotskistas.
Trotski estaba en contra del establecimiento de la dictadura del proletariado después de la Revolución de Octubre, afirmó que era una “degeneración termidoriana”, lo cual vino a decir que solo serviría para empujar al país a la restauración del capitalismo.
La posición trotskista negaba la posibilidad y necesidad del bloque propuesto por los marxista-leninistas el cual estaría formado por la clase obrera junto con el campesinado medio. Trotski llegó a afirmar que tal bloque transformaría la revolución en una catástrofe.
Trotski apostó por una revolución socialista, no burguesa. Propuso un socialismo a nivel internacional, es decir, un nuevo mundo liberado de la explotación capitalista a costa de una REVOLUCIÓN PERMANENTE. Peleaba porque la revolución en Rusia no se quedara en los marcos nacionales ya que esto terminaría resultando en un fracaso del proyecto socialista.
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