La batalla de Königgrätz (o Sadowa ) fue la batalla decisiva de la Guerra Austro-Prusiana en la que el Reino de Prusia derrotó al Imperio Austriaco . Tuvo lugar en sodová, que actualmente se conoce como República Checa, el 3 de julio de 1866. Junto a Austria y Sajonia, Baviera, Hannover, Frankfurt y otros estados alemanes lucharon contra los prusianos, derrotando al ejército austriaco gracias a la maniobra del general Helmuth von Moltke.
Austria pierde a Venecia, reconoce la disolución de la Confederación Gérmanica y el derecho de Prusia (liderada por Bismarck). El conflicto militar entre Austria y Prusia, con el que Prusia resultó vencedora, se convirtió en el Estado hegemónico de Alemania.
Prusia disponía de 320.000 hombres, repartidos en cuatro ejércitos, formando la Guardia: un cuerpo de reserva estratégico. Sin embargo, la efectividad de las tropas no era comparable. Aunque los austriacos habían modernizado la artilleria, su falta de recursos e inmovilismo táctico les hizo adoptar innovaciones técnicas que acabaron siendo decisivas.
El mando estaba en manos de el brillante general Iudwing von Benedek. Las fuerzas prusianas se dividieron en dos ejércitos. El segundo, al mando del príncipe Friedrich Karl y con órdenes de atacar al centro, se hallaba aún lejos cuando Von Moltke cometió el error de enfrentarse a los austriacos.
La derecha austriaca estaba formada por los cuerpos dirigidos por los condes austriacos Von Thun y Von Festetics que decidieron avanzar, dejando descubierto el flanco. Tomando la posición a tan alto coste, los austriacos debieron retroceder ante la llegada "in extremis" del Primer Ejército del Príncipe heredero por el flanco austriaco; mientras, el centro fue tomado, perdido y vuelto a tomar por los prusianos.
A Benedeck solo le queda emplear la caballería para cubrir una retirada a través de las puentes sobre el Elba, habiendo 44.000 hombres.
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