jueves, 4 de mayo de 2017

La Guerra Submarina_RESUMEN



LA GUERRA SUBMARINA

Durante toda la Segunda Guerra Mundial, Alemania fue derrotada en casi todos los campos posibles, menos en uno, debajo de las aguas del Atlántico, gracias a sus U-Boot, los submarinos. Su misión principal era impedir que llegara mercancía a las islas británicas, hundiendo más barcos mercantes de los que los ingleses pudieran reparar. Además, les servía de gran utilidad derribar y hundir barcos con tropas que estaban dispuestas a combatir en la guerra, o barcos cargados con armas para los estadounidenses.
Para ello, atacaban de noche, en solitario y a veces en grupo, en busca de convoyes aliados (conjunto de vehículos, que, en este caso, trataban de barcos mercantes junto con varios barcos destructores.) Aun así, no lo tendría tan fácil. El ASDIC o sónar de los barcos detectaban fácilmente los submarinos, que para destruirlos simplemente los barcos destructores se ponían encima soltando cargas de profundidad. Para contrarrestarlo, los alemanes idearon una serie de tácticas, inventos para conseguir sus objetivos. Brevemente, constaba de: la creación de radares, un arma llamado Bold que, mediante una reacción química, generaba miles de burbujas con fin de no ser visto por el sónar, derramaban aceite para hacer creer a los aliados que los submarinos habían sido derrotados y bajar la guardia, y se mejoraron los torpedos, los propios submarinos y el método de navegar, pasando de ir recto a moverse en zigzag. Tuvieron numerosos éxitos y cabe destacar los grandes submarinistas alemanes Otto Kretschmer y Günter Prien.
A pesar de todo, los ingleses no se quedaron atrás, y gracias a el desciframiento del aparato Enigma, objeto que contenía las comunicaciones entre los submarinos y la base central, se estima que se salvaron más de 300 abarcas aliados, gracias a que usaron la información con cautela, es decir, sin que los alemanes se dieran cuenta.
Para acabar, según el mismísimo Winston Churchill, líder de los ingleses en la Segunda Guerra Mundial, la amenaza de los U-Boot fue lo único que pudo provocar dudas de la victoria final de los aliados.

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