El dirigible alemán Hindenburg (LZ 129 Hindenburg) fue uno de los dos mayores dirigibles construidos junto con su gemelo el LZ 130 Graf Zeppelin II. Era más largo que tres Boeing 747 juntos, tenía capacidad para 50 pasajeros y una tripulación de 61 personas. Fue cubierto con tela de algodón, barnizada con óxido de hierro y acetato-butirato de celulosa impregnado de polvo de aluminio. Fabricado por Luftschiffbau Zeppelin en 1935, hizo su primer vuelo el 4 de marzo de 1936.
En un primer momento, se pretendió llenar el Hindenburg con helio, pero un embargo del ejército de Estados Unidos sobre este elemento obligó a los alemanes a cambiar el diseño para pasar a usar hidrógeno (altamente inflamable y fuertemente explosivo).
Sus primeros vuelos fueron exitosos: Voló 308.323 kilómetros, transportó 2.798 pasajeros, 160 toneladas de carga y correo y cruzó 17 veces el Océano Atlántico. El régimen nazi se apropió de la imagen del Hindenburg como una muestra de la grandeza del poderío alemán.
EL ACCIDENTE
El 6 de mayo de 1937, tras haber cruzado el Atlántico, el Hindenburg se acercó a la base de amarre en la Estación Aeronaval de Lakehurst (Nueva Jersey). Mientras el Hindenburg ya había largado los amarres y se acercaba a la torre, se observó a popa un destello de fuego de San Telmo (chispas extensas e inermes de electricidad estática producidas por una carga eléctrica del aire debido a una tormenta eléctrica). Repentinamente, se prendió fuego en la parte superior de la popa, extendiéndose de tal manera que en 40 segundos el dirigible quedó destruido.
De 97 personas que había a bordo ,36 murieron. Tras el desastre y posterior investigación, Adolf Hitler ordenó terminar con la flota de dirigibles comerciales.
Por esta tragedia, la era de dirigibles Zeppelin como medio de transporte comercial, había acabado.
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