CURIOSEANDO SOBRE NAPOLEÓN...

1. NO ERA FRANCÉS, SINO CORSO

Resulta curioso, y hasta sorprendente que el personaje referente en la historia de Francia no fuera francés, pero así es. Napoleón nació en la isla de Córcega, su nombre real era Nabolione du Buonaparte, y hablaba corso, una lengua propia de la isla que deriva del italiano. Córcega era independiente, pero en la niñez de Napoleón pasó a manos francesas lo que hizo que el adolescente generara un odio hacia el país conquistador. De hecho, Napoleón, que ya se formaba como militar en tierras francesas, conspiró contra Francia para devolver la soberanía e independencia a su isla natal.

2. PROMISCUA ELLA, PROMISCUO ÉL

Napoleón se casó con una mujer que ya tenía dos hijos, Josefina de Beauharnais, viuda de otro militar francés. La mayor experiencia en asuntos de matrimonio y la diversidad de Josefina trajeron de cabeza al bueno de Napoleón durante toda su vida. Mucho se ha bromeado sobre los amoríos de Josefina, mientras su marido andaba guerreando por medio mundo. En cambio, no se ha hablado tanto de que Napoleón, aun muerto de celos, también tuvo una larga colección de amantes, e incluso algún que otro hijo bastardo, a los que se encargó de colocar bien.

3. SU HERMANO JOSÉ, EL "BORRACHO" QUE NO BEBÍA

En España, al rey José Bonaparte se le iba a conocer popularmente por Pepe Botella. Aunque dicen que José no gustaba de esos placeres, las borracheras que pillaban los soldados del ejército francés fueron suficiente motivo para que al hermano de Napoleón se le tomara por el mayor de los borrachos.

4. SU MUERTE, MOTIVO DE CONTROVERSIA

Tras la derrota en Waterloo, fue aislado en la isla de Santa Elena. Si su vida despertó controversia, su muerte, a los 51 años, también. Hay varias teorías sobre si falleció de muerte natural, afectado de una enfermedad en el estómago que también acabó con la vida de su padre, o sobre si fue envenenado (por terceros o por él mismo) durante su estancia en la isla con arsénico.

5. HIZO ILEGAL DARLE SU NOMBRE A UN CERDO

Y lo es hasta el día de hoy. Llamar Napoleón a un cerdo es ilegal en Francia. De hecho, en la edición francesa de la célebre Rebelión en la granja, del grandísimo George Orwell, el cerdo Napoleón es llamado César y no como Orwell realmente lo llamó.