El movimiento artístico y filosófico del romanticismo no fue promovido sólo en Francia, a finales del siglo XVIII Alemania estuvo en auge y dio un gran paso con sus aportaciones. Grandes artistas del romanticismo nacieron en Alemania dándole gran importancia intelectual. Artistas como Hölderlin, Schiller y Friedrich dieron esta fama a su país natal.
Friedrich, el gran pintor alemán, ha conseguido que sus cuadros perduren en el recuerdo y hoy en día puedas perder la mirada fijándote en sus obras. No hace falta ser un experto para apreciar la poca importancia que le da a la persona frente al entorno, haciéndola diminuta en la mayoría de las escenas y dibujando un paisaje desolador. Nunca veras una expresión facial en sus obras y esto crea ese pensamiento ambiguo y la incapacidad de saber si la persona disfruta o sufre al sentirse tan pequeño frente tal paisaje. Esta es una de las grandes características del romanticismo.
Friedrich define el subjetivismo del romanticismo como: ”El pintor no debe pintar solamente aquello que ve exteriormente, sino lo que descubre en sí mismo. Y si en sí mismo no ve nada, más vale que deje de pintar lo que tiene delante. De lo contrario, sus cuadros serán como esos biombos, detrás de los cuales uno tan sólo espera encontrar a enfermos, o incluso a difuntos”.
Caminante, Friedrich Nietzsche |
Hölderlin(1770-1843) |
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