MUSSOLINI ABRIÓ SU CHAQUETA Y GRITÓ: "¡DISPARARME EN EL PECHO!"
La mañana del día 28 se reunió a Mussolini y a Clara Petacci en una casa campesina de Dongo y hasta allí llegó desde Milán un grupo de partisanos comunistas dirigidos por Walter Audisio, con la orden de ejecutarlos. Aunque Mussolini creyó en un primer momento que Audisio venía a liberarlos, hasta la aldea de Giulino di Mezzegra donde, junto a la vía XXIV Maggio, y ante las puertas de Villa Belmonte fueron fusilados a las 16:10.
Una vez bajados de los vehículos, Audisio leyó una breve sentencia en nombre del pueblo italiano y a continuación levantó su ametralladora para dar muerte a Mussolini. Pero Petacci abrazo a Mussolini e intentó interponerse. A pesar de que la ametralladora se encasquilló se realizaron disparos con otra, prestada por Moretti, y Pettaci cayó muerta. Justo después de Mussolini abrió su chaqueta y frito "¡Disparame en el pecho!". Audisio le disparó en el pecho con la misma ametralladora. Mussolini cayó por cinco disparos pero no murió y estaba respirando con dificultad, Audisio se acercó con su revolver y lo remató con un certero balazo en el corazón.
Los cadáveres fueron trasladados en la tarde del mismo 28 de abril en un camión a Milán. En el trayecto no se permitió a nadie acercarse a los cuerpos,hasta que llegaron el día 29 a la plaza de Loreto de esa ciudad. Allí fueron sometidos a toda clase de ultrajes por la muchedumbre. El servicio de policía colgó luego los cadáveres cabeza abajo en una gasolinera de la plaza