martes, 7 de marzo de 2017

Aleksandr Kérenski y la Revolución de febrero

Kérenski
Cuando la Revolución de Febrero se desencadenó en 1917, Kérenski fue uno de sus líderes más destacados, siendo elegido vicepresidente del Soviet de Petrogrado (un consejo de trabajadores).  A pesar de su cargo en el consejo, su actividad en él fue escasa; se concentró pronto en sus tareas ministeriales. Durante los primeros momentos de la revolución, fue extremadamente popular. Dirigió a las tropas alzadas a la Duma para tratar de involucrar a esta en el alzamiento; allí ordenó el arresto de los ministros del Gobierno en nombre de las Cortes y entregó unas salas del Palacio Táuride al nuevo Sóviet de Petrogrado.

Junto con Nikolái Chjeidze fue el único representante de los partidos socialistas incluido en el Comité provisional de la Duma Estatal.


Recibimiento de Kérenski en Moscú
en marzo de 1917.
Participó en la abdicación del zar y en la creación de un nuevo Gobierno. Cuando se formó el Gobierno Provisional fue al comienzo ministro de Justicia más tarde ministro de la Guerra en mayo y, finalmente, primer ministro en julio de 1917. Al ingresar originalmente en el Gobierno, infringió la prohibición del Sóviet de Petrogrado a los socialistas de participar en el Consejo de Ministros, que debía estar formado únicamente por ministros de los partidos burgueses. Lo hizo por tanto por iniciativa personal, pero consiguió más tarde del apoyo del pleno del Sóviet. Uno de los escasos dirigentes socialistas capaces de tratar los asuntos de Gobierno al más alto nivel en aquel momento, estaba convencido de la necesidad de involucrar en estos tanto al Sóviet como a los liberales y a los dirigentes Aliados. Desde el comienzo, fue uno de los miembros más destacados de los gabinetes del periodo interrevolucionario y el personaje más popular del mismo.

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